Parte II ... / ...
Son muy interesantes las lecciones que va recibiendo la princesa: no huir de los problemas y aceptar las cosas que no se pueden cambiar. Cuando se tienen dificultades, es uno mismo el que las ha de solucionar. No se puede aconsejar a nadie, pues si haces cambiar de rumbo las aspiraciones de alguien, se queda sin norte. No quedarte quieto ante los problemas y seguir adelante con la opción que hayas tomado. Y, si te equivocas, coges otro camino. La verdad, por dura que sea, da sentido a todo y tiene muchos maestros.
Extrapolando el libro a la vida real, se deduce que, ante cualquier conflicto que tengamos, primero hemos de intentar cambiar lo que no nos gusta. Si ello no es posible porque puede depender de otra persona o situación, hemos de tratar de cambiar nosotros. Este cambio ha de empezar por aceptar la realidad de nuestra situación, por muy dura que sea. Una vez aceptada, tenemos que emprender el camino de separarnos de aquello que nos hace daño y buscar por otro lado hasta encontrar la paz y la verdad acordes con los dictados de nuestro corazón.
Muchos de los componentes del grupo nos hemos sentido identificados con algunas de las situaciones que ha vivido la princesa Victoria del libro. Ello nos ha llevado a pensar y debatirlo con bastante interés.
De aquí a Setiembre, leemos libremente para, en la primera reunión después del verano, poner en común nuestras lecturas o recomendarlas a los demás.
Muchos de los componentes del grupo nos hemos sentido identificados con algunas de las situaciones que ha vivido la princesa Victoria del libro. Ello nos ha llevado a pensar y debatirlo con bastante interés.
De aquí a Setiembre, leemos libremente para, en la primera reunión después del verano, poner en común nuestras lecturas o recomendarlas a los demás.