QUÉ PRETENDO?

Este "blog" quiere ser un elogio a la lectura, una invitación a contar con un libro como amigo, compañero que siempre está ahí y que hace volar tu imaginación.

lunes, 26 de marzo de 2012

JUAN SALVADOR GAVIOTA de Richard Bach

Nacido en 1936, Richard Bach es un escritor y piloto de aviación americano que, en esta obra, nos hace sentir la libertad que él ha conseguido en sus vuelos. Todo el libro es una alegoría y, aunque el protagonista es una gaviota, Juan Salvador, su experiencia puede extrapolarse a los humanos. Superando nuestra ignorancia, podemos llegar a ser más perfectos, inteligentes y hábiles y, por todo ello, a ser más libres. El autor ha descubierto que lo es haciendo lo que le gusta e incita a los demás a descubrirlo. El libro consta de tres partes.

En la primera, Juan Salvador Gaviota se niega a vivir una vida puramente material, como el resto de su Bandada. No se conforma con hacer vuelos cortos únicamente para ir a comer y vivir con los ojos cerrados al gozo de volar. Quiere elevarse más, coger más velocidad, hacer virajes que le permitan llegar a donde se lo proponga. Ha descubierto que el aburrimiento y el miedo acortan la vida y la limitan, y siente la necesidad de aprender más y volar más alto. Cuando cree haber llegado al límite de sus posibilades, surgen algunas gaviotas que le convencen e incitan a seguir elevándose.

Si en la primera parte, el protagonista aprende las acrobacias que le permitirán moverse a su antojo, en la segunda, busca la perfección en el vuelo para llegar a todas partes y al instante. Se encuentra en una nueva etapa de su vida cuando una gaviota maestra le instruye y le anima a no quedarse con lo que ya sabe, sino a perfeccionarse más aún. Con ello, adquirirá una fuerza cada vez mayor que le conducirá al "cielo", el cual no es ningún lugar sino un estado de perfección sin límites, que se consigue volando tan rápido como el pensamiento, en palabras del propio autor. Para lograrlo, tenía que dejar de verse a sí mismo como prisionero de un cuerpo limitado y aprender a viajar no sólo por el espacio sino por el tiempo, pasado o futuro. Este capítulo acaba con los consejos del maestro Gaviota Mayor, sobre no dejar nunca de aprender, practicar y esforzarse en comprender el principio de toda vida, basado en el amor y la bondad, para conseguir ser no sólo un montón de huesos y plumas, sino una perfecta idea de libertad y vuelo sin limitaciones.

En la tercera parte, Richard Bach, siguiendo con la alegoría de las gaviotas, asegura que todos somos una idea ilimitada de libertad por la que llegamos a manifestar nuestra verdadera naturaleza como hombres, y hemos de rechazar todo aquello que nos limite. Se está refiriendo al vuelo de las ideas o de nuestro propio pensamiento. Todos tenemos la libertad de ser nosotros mismos y no hay nada ni nadie que nos lo pueda impedir. La misma esencia de nuestro ser es la libertad y la única ley verdadera es aquélla que nos conduce a dicha libertad. Para conseguirla, necesitamos encontrarnos a nosotros mismos un poco más cada día.

El próximo libro a leer es: LA ESTEPA INFINITA de Esther Hautzig.

lunes, 12 de marzo de 2012

DIÁLOGO DE FEDÓN O SOBRE LA INMORTALIDAD DEL ALMA de Platón

Sócrates (470-399 a C), acusado de impiedad pública y de corrupción de la juventud por sus ideas sofistas (abandono del estudio de la física, a favor de los temas del hombre, la organización social, las leyes), además de por alguna envidia, fue condenado a muerte. Con tanta entereza, serenidad y nobleza lo afrontó que pasó el último día de su vida instruyendo a sus alumnos y hablando razonadamente sobre el tema de la inmortalidad del alma. Platón nos da cuenta de ello en su libro DIÁLOGOS. También fue tema de representación pictórica para muchos artistas.
Todo el diálogo es un canto de esperanza en una vida inmortal y bienaventurada. Sócrates ve llegar la muerte como el fin de un período de prueba en esta vida. Le esperan unos bienes invisibles: lo justo, lo bueno, lo bello, la esencia de todas las cosas. Va hablando de la supervivencia del alma al cuerpo, la reminiscencia, la preexistencia del alma, la existencia de las ideas por sí mismas, la inmaterialidad, la libertad del alma, su inmortalidad. El alma viene del mundo de las ideas, se concretiza en los humanos mientras viven y vuelve al mismo lugar cuando el cuerpo muere.
Dice que nuestra alma tiene perfecta idea de la igualdad, justicia, belleza, del bien, de la esencia de las cosas, y que estos conocimientos no los ha aprendido durante la vida, sino que los ha recordado de cuando estaba en el mundo de las ideas. Es el principio de la reminiscencia. Nuestras almas existían antes de nacer y sabían. Luego, ese conocimiento se pierde al nacer y se adquiere de nuevo por los sentidos. Por tanto, saber es recordar.
Asegura que todas las cosas nacen de sus contrarios: la vida de la muerte y viceversa. Si lo que muere no naciese, el mundo se acabaría. Por tanto, puede haber una vuelta del alma a la vida.
Habla de la sabiduría como única moneda para comprar y disfrutar de las esencias ya citadas.
Intenta demostrar que el alma sigue viva después de la muerte, porque de otra manera no recibiría su castigo o premio por sus actos en la vida. Describe los ríos del inframundo por donde pasarán las almas después de la muerte, según la mitología griega.
Por último, Platón nos explica los últimos momentos de Sócrates. Mientras todos le lloraban sin poderse aguantar, él aceptaba su destino y los animaba con naturalidad.
En resumen, Sócrates habla de una materialidad caduca  frente a una espiritualidad  divina, perenne, donde tienen cabida las esencias de todas las cosas. Nuestra alma existe como esencia misma en el mundo de las ideas, antes de venir a animar el cuerpo, y continúa después de la muerte, reencarnándose en otros cuerpos algunas veces. No olvidemos que Platón escribió esta obra en el siglo V antes de Cristo y que, entonces como ahora, todavía no tenemos respuestas a muchas preguntas.

La próxima lectura será JUAN SALVADOR GAVIOTA de Richard Bach.