QUÉ PRETENDO?

Este "blog" quiere ser un elogio a la lectura, una invitación a contar con un libro como amigo, compañero que siempre está ahí y que hace volar tu imaginación.

lunes, 25 de junio de 2012

LAS VOCES DEL DESIERTO de Marlo Morgan

Nacida el 29 de setiembre de 1937 y doctora en Bioquímica y Medicina oriental, Marlo Morgan ejerció como médico, aunque finalmente abandonó la profesión  para dedicarse a escribir. Conocedora de muchas culturas por sus continuos viajes, sus escritos intentan ser puntos de referencia de costumbres de minorías australianas, africanas, ... Las voces del desierto fue su primera novela que, narrada en forma autobiogràfica, nos hace seguirla en su propio despertar a una creciente espiritualidad. Lo hace a través de un grupo de aborígenes australianos que, en marcha por el desierto de la región de Outback, la inician en ella. A lo largo de la novela, Morgan sitúa a esta minoría australiana en un plano de costumbres, convivencia y experiencias paranormales muy superior al de la sociedad contemporánea. 
Le ofrecen un trabajo en Australia para cinco años porque les ha gustado un programa de medicina preventiva que había diseñado. Acepta y marcha, ya que también será un motivo para conocer de cerca un país de desde pequeña le había atraído mucho. Ella sabía que, además de la població occidentalista que se había adueñado del país, había grupos de nativos que vivían relegados a unas tierras de poco valor y que, en ocasiones, cogían algo que no les pertenecía para poder alimentarse. Incluso, había algunos de ellos que vivían entre la gente de las ciudades. Para un grupo de estos últimos, Morgan, la protagonista, organiza reuniones para iniciarlos en el mundo empresarial con un negocio de cortinillas antimosquitos, empresa que acaba siendo todo un éxito. Invitada a una reunión que iba a celebrar un grupo de aborígenes, se prepara para asistir a la manera occidental, pensando que iban a hablarle de su proyecto y agradecérselo. Pero la reunión resultó ser una invitación a un viaje a través del desierto, descalzos, con ropa cómoda y sin provisiones hacia un lugar escondido que sólo les pertenecía a ellos. Pretendían que los conociera realmente como eran y cómo podían vivir. Así, podría enviar un mensaje de espiritualidad al resto del mundo. A cambio de su respeto a la naturaleza, ésta les devolvía unos poderes mentales sobre todas las cosas: provisión de alimentos, enfermedades, curaciones, que revertían en un bienestar psíquico de paz, equilibrio y satisfacción por el que daban las gracias, a menudo, a la Divina Unidad
Después de varios meses de una convivencia de hermandad, colaboración y altruismo, desconocida en nuestro mundo, llegaron a un lugar sagrado para aquella tribu de aborígenes. Era una cueva enorme, a modo de poblado, donde muchos de ellos vivían, sobrevivían diría yo, haciendo diferentes trabajos para después comerciar con ellos. A este lugar, también iban los ancianos al final de su vida. Los Auténticos, que así se llamaban  los nativos, querían enviar un mensaje a los Mutantes, resto de occidentales. Morgan tenía que ser la portadora de las noticias. Habían decidido no tener más hijos para así acabar con la existencia de la tribu y querían hacer saber a los occidentales lo equivocados que están en su modo de vida.
 La autora, en este libro,  mezcla hechos reales con la fantasía del relato novelado. Quizá  lo que pretende es, de una manera amena, introducir al lector en la realidad de los aborígenes de cualquier país del mundo y de cómo están más cerca de un camino de vida más espiritual y satisfactorio que los occidentales y, a pesar de ello, están en peligro de extinción, como si estuviera triunfando lo material sobre lo espiritual, lo superfluo sobre lo importante, el consumo salvaje de bienes materiales sobre las necesidades reales, conduciendo al Planeta a una degradación progresiva que podría acabar en su extinción.

Con un poco de libertad para las lecturas del verano, una de las opciones es EL TIEMPO ENTRE COSTURAS de María Dueñas.