De este libro, premio Eugenio Nadal 1944, me interesa hablar de la psicología de sus personajes, de sus grandezas y sus miserias. Andrea, la protagonista, comparte vivienda con su abuela, con sus tíos Juan, Román y Angustias, y con Antonia, la sirvienta. Juan está casado con Gloria y tienen un hijo. Ambos también viven allí. Todos tienen en común el orgullo de no reconocer su falta de medios económicos. La amiga de Andrea, Ena, y la madre de ésta también se añaden al grupo que compartirá la vida de Andrea durante un año.
Antes de entrar en detalles, diré que la familia de Andrea, que vive en una gran casa de la calle Aribau de Barcelona, ha venido a menos, hasta el extremo de no tener qué comer y tener que ir vendiendo los muebles poco a poco. Lo contrario le ocurre a la familia de la amiga.
Andrea, joven que no llega a los veinte años, llega a Barcelona para cursar estudios universitarios, y se hospeda en casa de su abuela, una casa bastante grande, desordenada y sucia. Enseguida, descubre la extraña convivencia, los gritos y las malas maneras que todos utilizan. Ella observa, aguanta y, a veces, se marcha a dar vueltas por la calle. En la Universidad conoce a una chica, Ena, que será su mejor amiga. Al principio, fingía que le sobraba el dinero y la obsequiaba con caros regalos. Ena se daba cuenta de ello, pero la dejaba hacer.
Los dos tíos, Juan y Román, eran de naturaleza bohemia. Juan pintaba malos cuadros que no vendía. Para sacar adelante a su hijo, Gloria marchaba de incógnito a jugar a cartas por las noches y ganaba haciendo trampas. Cuando su marido se enteraba, la maltrataba. Román componía buena música, pero estaba constantemente insultando a Gloria y metiéndose con Juan. De vez en cuando desaparecía unos días. Ambos formaban una pareja sadomasoquista: no paraban de pelearse, pero no podían vivir el uno sin el otro. La fuerza arrolladora de Román atraía la debilidad de su hermano. También había hecho mucho daño a la madre de la amiga de Andrea muchos años atrás. La pobre abuela aguantaba todo estoicamente y ponía la paz que podía.
Será Ena, la amiga de Andrea, quien, con su fuerte carácter también, consiga dar su merecido a Román, quien al no poder soportarlo acaba suicidándose.
El padre de la amiga de Andrea, Ena, niña mimada y consentida, que tuvo que marchar a Madrid por trabajo, acabará ofreciéndole uno a Andrea, permitiéndole salir así del círculo nefasto que la envolvió durante un año.
Aparentemente, parece un libro largo y difícil, pero no lo es. Desde el principio, quedas inmerso/a en el día a día de los personajes y vas tomando partido por uno u otro.
Andrea, joven que no llega a los veinte años, llega a Barcelona para cursar estudios universitarios, y se hospeda en casa de su abuela, una casa bastante grande, desordenada y sucia. Enseguida, descubre la extraña convivencia, los gritos y las malas maneras que todos utilizan. Ella observa, aguanta y, a veces, se marcha a dar vueltas por la calle. En la Universidad conoce a una chica, Ena, que será su mejor amiga. Al principio, fingía que le sobraba el dinero y la obsequiaba con caros regalos. Ena se daba cuenta de ello, pero la dejaba hacer.
Los dos tíos, Juan y Román, eran de naturaleza bohemia. Juan pintaba malos cuadros que no vendía. Para sacar adelante a su hijo, Gloria marchaba de incógnito a jugar a cartas por las noches y ganaba haciendo trampas. Cuando su marido se enteraba, la maltrataba. Román componía buena música, pero estaba constantemente insultando a Gloria y metiéndose con Juan. De vez en cuando desaparecía unos días. Ambos formaban una pareja sadomasoquista: no paraban de pelearse, pero no podían vivir el uno sin el otro. La fuerza arrolladora de Román atraía la debilidad de su hermano. También había hecho mucho daño a la madre de la amiga de Andrea muchos años atrás. La pobre abuela aguantaba todo estoicamente y ponía la paz que podía.
Será Ena, la amiga de Andrea, quien, con su fuerte carácter también, consiga dar su merecido a Román, quien al no poder soportarlo acaba suicidándose.
El padre de la amiga de Andrea, Ena, niña mimada y consentida, que tuvo que marchar a Madrid por trabajo, acabará ofreciéndole uno a Andrea, permitiéndole salir así del círculo nefasto que la envolvió durante un año.
Aparentemente, parece un libro largo y difícil, pero no lo es. Desde el principio, quedas inmerso/a en el día a día de los personajes y vas tomando partido por uno u otro.